Si algo nos gusta en Classlife es imaginar cómo serán las aulas del futuro: ¿virtuales o presenciales?, ¿qué tipo de organización seguirán?, ¿con qué nivel de digitalización contarán?
En este post queremos hacer nuestra predicción, basándonos en todo lo que conocemos a día de hoy y en todo lo que hemos avanzado y cambiado en los últimos años.
Por supuesto, nosotros no somos los únicos que pensamos en cómo serán las clases dentro de unos años. De hecho, España y la Unión Europea están trabajando en ello desde hace un tiempo.
El Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) ofreció en 2021 el primer curso intensivo “Aula del Futuro” para trabajar las competencias digitales y tecnológicas de los profesores. Un curso que tiene su origen en la iniciativa promovida por la Unión Europea llamada “Future Classroom Lab”.
Este proyecto apuesta claramente por la premisa “aprender haciendo” y basa la organización del aula teniendo en cuenta el desarrollo de habilidades de los alumnos, no solamente la adquisición de conocimiento.
Las aulas del futuro
Teniendo en cuenta estas iniciativas, la digitalización de los últimos dos años llevada a cabo en el sector educativo y los cientos de empresas Edtech que están trabajando duro para transformar la educación, aquí dejamos nuestra visión de las aulas del futuro.
Configuración
Las clases del futuro no tendrán nada que ver con las de hoy. Los pupitres mirando a la pizarra ya no ocuparán la mayor parte del aula. Por el contrario, el espacio estará organizado por zonas, será reconfigurable y contará con hasta seis zonas dedicadas a distintas formas de aprender: investigación, exploración, interacción, desarrollo, creación y presentación.
El objetivo de esta configuración del espacio es diluir la jerarquía alumno vs. profesor (sin quitarle el papel de guía y líder a este último), favorecer los procesos de enseñanza, poniendo al alumno en el foco, y responsabilizarle más de su propio aprendizaje.
Digitalización
La digitalización será ya la normalidad y todas las aulas, profesores y alumnos contarán con herramientas digitales que les ayudarán en el día a día. De hecho, es probable que muchos centros ofrezcan ya un modelo híbrido de enseñanza y, por lo tanto, cuenten con soluciones para el e-learning. ¿Quién sabe? Quizás algunas instituciones incluso están ya en el metaverso.
Tanto si los alumnos están en el aula, como si se conectan desde sus casas, todos los centros y, en consecuencia, los profesores, contarán con plataformas para garantizar una comunicación fluida y segura con los alumnos y sus familias. Para el aula, los docentes tendrán herramientas digitales para agilizar y automatizar las gestiones del día a día (desde pasar lista hasta hacer pruebas), contarán con soluciones para hacer todo tipo de presentaciones dinámicas y completas y se ayudarán de la tecnología para ofrecer una experiencia de aprendizaje mucho más inmersiva con realidad aumentada y/o realidad virtual.
En definitiva, la tecnología será ya una herramienta más en el proceso de enseñanza y las lecciones se crearán teniendo en cuenta las soluciones digitales con las que se cuenta. Por ejemplo, los alumnos podrán utilizar la realidad aumentada para explorar o la realidad virtual para aprender sobre geografía, podrán usar plataformas de todo tipo para gamificar lecciones y entrar en el metaverso para comunicarse con estudiantes de otros países y conocer más sobre otras culturas.
Currículo
El currículo educativo de las aulas del futuro será algo diferente. Por supuesto no desaparecerán las materias básicas como las matemáticas o las lenguas pero sí se incluirán otras asignaturas que a día de hoy ya están empezando a posicionarse como muy importantes, como pueden ser la robótica y la programación.
Además, el aprendizaje socioemocional y la adquisición de habilidades blandas será algo que se trabajará en todas las lecciones, con el objetivo que los alumnos se gradúen habiendo adquirido conocimientos, competencias tecnológicas y habilidades sociales. Todo ello básico para cualquier tipo de profesión a la que aspiren llegar.
