Con motivo del Día Mundial de Internet, que se celebra el día 17 de mayo, queremos aprovechar para analizar la evolución de esta tecnología y ver cómo internet ha afectado la educación a lo largo de los años.

Los inicios de internet

Para hablar del nacimiento de lo que hoy conocemos como internet, debemos viajar hasta los años 60, en época de la guerra fría y del ARPA (Advanced Research Projects Agency), una organización de EEUU que trabajaba para hacer frente a los avances tecnológicos y militares de la URSS.

Después de años de investigación y trabajo, en 1969 se logra conectar un ordenador de la universidad de UCLA con uno del SRI (Stanford Research Institute). Poco después, ya eran cuatro las universidades que estaban conectadas en una red que se conocía como ARPANET. El objetivo de esta red era el de poder mantener la comunicación en caso de conflicto.

En 1970 se establecen las bases de lo que hoy conocemos como correo electrónico, ya que los desarrolladores de las diferentes universidades requerían de un sistema de comunicación para poder coordinarse. Este sistema fue evolucionando hasta que, en los años 80, cuando fueron apareciendo otras redes de libre acceso, nació la World Wide Web y lo que hoy conocemos como internet y las páginas web.

Aun así, durante los años 80 y parte de los 90, el uso de internet estaba todavía poco extendido más allá del sector académico, donde se usaba para el intercambio de información entre universidades. De hecho, eran pocos los estudiantes que tenían acceso a internet, y era siempre a través de los ordenadores de los centros.

Debemos tener en cuenta que en ese momento internet aún estaba en un estadio muy inicial y que tanto la velocidad como los contenidos no tenían nada que ver con lo que tenemos a día de hoy.

Internet llega a nuestras casas: años 90

No es hasta la segunda mitad de los años 90 cuando se empieza a extender el uso de internet y cuando, por fin, llega a los hogares. Aunque la velocidad de conexión seguía siendo lenta, empezaban a aparecer los primeros buscadores, las páginas web iban mejorando e incluso aparecían los primeros programas de mensajería instantánea como el inolvidable “MSN Messenger”.

A partir de ese momento, todos queríamos estar conectados a la red, aunque no fuera tan fácil como hoy… ¿Cómo olvidar el ruido del módem cada vez que nos conectábamos?

En este contexto, con la democratización del uso de internet, empieza a resonar una nueva forma de enseñar y aprender: el e-learning. De hecho, en 1995 nace la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), una universidad basada en la formación online y que, a día de hoy, sigue activa y con sedes y alumnos alrededor del mundo.

Inevitablemente, con la aparición de las primeras universidades a distancia, empiezan a popularizarse los EVA (Entornos Virtuales de Aprendizaje) y lo que hoy conocemos como Campus Virtual o LMS; aunque a un nivel muy básico.

El efecto 2000: de Wikipedia a las redes sociales

Superado el tan temido “efecto 2000” sin que se cumpliera ninguno de los catastróficos pronósticos, se hizo más que evidente que esto de internet tenía un enorme potencial y, sobre todo, que había llegado para quedarse.

A medida que se iba extendiendo su uso, iba mejorando la velocidad de conexión, las herramientas y los contenidos que podías encontrar en la red de redes. Por ejemplo, pasamos de consultar la enciclopedia en un tomo o un CD a hacerlo en internet gracias a la creación de la Wikipedia y cada vez más gente contaba con una dirección de correo electrónico.

Eso sí, la gran revolución llegó a principios de los 2000 de la mano de las redes sociales. Facebook lo cambió todo. Con la llegada y la consolidación de las redes -que hoy tenemos totalmente integradas en nuestro día a día- cambió la forma en la que utilizamos internet, la manera en la que consumimos entretenimiento e incluso nuestra forma de relacionarnos.

Y esto, por supuesto, tuvo y tiene efectos en el sector educativo. Los días en que los centros educativos solamente tenían ordenadores y conexión a internet en las aulas de informática y/o la biblioteca quedaron atrás. Pero no es una cuestión únicamente de conectividad.

Internet y educación hoy

Actualmente, las instituciones educativas se han dado cuenta de la importancia que tienen las herramientas digitales en su día a día, más allá del campus virtual. No solamente les permiten mejorar la comunicación, tanto interna como con los alumnos y sus familias, sino que les permiten dinamizar las clases y mejorar muchísimo la gestión.

Gracias a internet y a plataformas en la nube como Classlife, los empleados y alumnos de un centro pueden conectarse y asistir a clase, entregar tareas o consultar notas desde cualquier lugar.

En definitiva, la evolución de internet en el mundo ha afectado, indudablemente, al sector educativo, aunque, como siempre, la adopción de ciertos avances en la enseñanza ha sido algo más lenta. De hecho, en muchos casos, ha “hecho falta” una pandemia para ver lo increíblemente necesaria que es la transformación digital.

La red de redes ha logrado transformar nuestras vidas y la educación en los últimos 50 años y estamos seguros de que seguirá haciéndolo. Quizás la próxima parada es el metaverso. Si el nacimiento de internet fue en una universidad, ¿por qué no podemos pensar hoy en una universidad en el metaverso?

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