Todos los centros educativos se encuentran en algún momento con alumnos conflictivos. Es decir, con estudiantes que actúan de forma inadecuada y alteran el orden, tanto dentro como fuera del aula. Es algo habitual y también es algo que se puede resolver siguiendo algunas técnicas y consejos que ayudarán a mejorar la actitud de estos alumnos.

Si bien los comportamientos de estos estudiantes afectan a todo el centro educativo, quienes se enfrentan a ellos con más frecuencia son los profesores e incluso, en algunos casos, la dirección del centro.

Así que, tanto si eres profesor como si formas parte de la cúpula directiva de la institución, queremos compartir contigo este listado de 5 cosas que puedes hacer y otras 4 que debes evitar para controlar y ayudar a un alumno rebelde.

Cosas que NO debes hacer frente a la conducta disruptiva de un alumno

1
Ignorar el problema

Aunque se nos ha dicho que a veces la mejor respuesta es no ofrecer ninguna, fingir que no pasa nada no es la solución en este caso. Estas actitudes deben frenarse a tiempo para que no vayan a más.

2
Reaccionar de forma desproporcionada

Cuando un alumno actúa así es porque busca una reacción. Es importante no entrar en el juego, no dejarse manipular ni perder el control, pues entonces sentirán que su estrategia funciona.

3
Excluir al alumno

Es probable que la reacción inicial sea la de querer separar este alumno del resto de estudiantes, pero esto puede generar un sentimiento de exclusión que puede derivar en una situación más complicada aún. Hay que recordar que lo malo se pega, sí, pero lo bueno, también.

4
Recurrir a amenazas, como la de llamar a su familia

Aunque puede parecer que funciona para frenar el mal comportamiento, este tipo de amenazas suelen ser contraproducentes a la larga y acaban deteriorando el vínculo entre el estudiante y su entorno educativo.

Cosas que PUEDES hacer para mejorar la actitud de un alumno conflictivo

1
Decidir cómo hacer frente a la situación

Como decíamos, es mejor no ignorar estas actitudes. Sin embargo, debes decidir cómo manejarás la situación, para hacerlo de la forma más adecuada posible y desde la calma.

2
Ser cercano y mostrar comprensión y empatía

A veces es necesario quitarse las etiquetas de profesor, director y alumno y centrarse en la comunicación de persona a persona. Esto puede dar pie a un trato más respetuoso y unas conversaciones más fluidas y honestas.

3
Centrarte en las causas más que en las consecuencias

Estas actitudes suelen tener detrás algo más. En la mayoría de los casos, una persona no se comporta de forma inadecuada solamente para molestar, sino por alguna necesidad o miedo mal expresado.

4
Mantener una buena comunicación con la familia

Si lo consideras necesario, y sobre todo en el caso de alumnos más pequeños, puedes hablar con la familia, pero sin buscar el castigo, sino más bien el trabajo en equipo. Su entorno quizás puede ayudarte a entender qué hay detrás de esos comportamientos o empezar a prestarle atención si no lo hacía ya.

5
Pedir ayuda

Por supuesto, hay casos en los que es necesario que alguien te eche una mano. Pide ayuda cuando la necesites y recurre al equipo psicopedagógico del centro siempre que lo consideres necesario.

Es evidente que cada persona es distinta y quizás lo que funciona con unos alumnos no vale para otros, pero estamos seguros de que estas pautas te servirán como base para ayudarte a manejar mejor estas situaciones.

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