A principios de este año 2022, con la pandemia remitiendo y todos nosotros volviendo poco a poco a la normalidad, la UNESCO publicó el informe “Reimaginando la educación”, elaborado por el Instituto Mahatma Gandhi de Educación para la Paz y el Desarrollo Sostenible, parte de la misma organización.
Este documento recoge una evaluación internacional de la educación basada en ciencia y evidencia. Se trata de un estudio enfocado a repensar el futuro de la enseñanza a partir de una investigación a gran escala en la que participaron 30 expertos de 45 países distintos. El objetivo de este informe es proporcionar información y recomendaciones relevantes para mejorar los sistemas educativos, así como identificar ciertas lagunas de información y ayudar a marcar las prioridades para futuras investigaciones en el campo de la educación.
Una de las recomendaciones más relevantes de este estudio hace referencia al sistema de evaluaciones de hoy en día. De hecho, lo cuestiona. Pero vamos a ver primero qué dice el informe «Reimaginando la Educación» y así entenderemos por qué es necesario, según este estudio, cambiar la forma de evaluar.
Mensajes clave del estudio
Este estudio concluye con 7 claves que debemos tener en cuenta a la hora de transformar el sistema educativo.
- Cada alumno es diferente y aprende de forma distinta, por lo que es imprescindible ofrecer una educación personalizada.
- Es necesario un enfoque centrado en el cerebro integral del estudiante para fomentar la interconexión cognitiva y el desarrollo socioemocional.
- El contexto es muy importante y afecta la educación. Hay que lograr que la educación influya también en este, para lograr sociedades mejores.
- Hay que promover la autonomía del alumno mediante el aprendizaje activo.
- La evaluación de los estudiantes debería basarse en el potencial y no en la meritocracia, teniendo en cuenta la trayectoria de aprendizaje individual de cada alumno.
- Hay que invertir en educación y crear un sistema equitativo e inclusivo.
- Es necesario un enfoque multidisciplinar en investigación, diálogo y colaboraciones para guiar el sector educativo hacia la dirección correcta.
Las recomendaciones de la UNESCO
Teniendo en cuenta estas afirmaciones, el informe incluye también 11 recomendaciones para reimaginar el futuro de la educación.
- Con el objetivo de lograr una educación inclusiva y centrada en el cerebro integral del alumno, es necesario modificar los currículos, las pedagogías y las evaluaciones.
- Hay que cambiar el modelo de evaluaciones para evitar el credencialismo y la meritocracia que fomentan la competitividad entre alumnos.
- Es recomendable implementar 6 materias en los currículos educativos: ambiente, cultura, sociedad, tecnología, interpersonal y uno mismo.
- Hay que invertir en el aprendizaje de la lengua materna de los alumnos para maximizar el potencial de los alumnos de distintos orígenes.
- Es necesario implementar la detección e intervención temprana para favorecer una educación inclusiva.
- Es importante proporcionar información para crear una base de datos global.
- Hay que fortalecer los vínculos entre los centros educativos y la comunidad para que la experiencia de aprendizaje sea más acorde a la realidad de los alumnos.
- Hay que reconocer el trabajo de los docentes y ayudarles a mejorar invirtiendo en su formación continua.
- Es importante involucrar más a los padres en la educación de sus hijos.
- Es necesario mejorar la financiación de la educación para garantizar el acceso a una enseñanza de calidad.
- Hay que reorganizar la inversión en investigación y apostar por proyectos globales y multidisciplinarios.
Los mensajes y las recomendaciones recogidas en este estudio apuntan hacia una enseñanza basada en la personalización y que cuente con un sistema de evaluación centrado en el potencial de los alumnos. Según este informe, hay que introducir métodos que permitan evaluar el proceso de aprendizaje individual del estudiante, en lugar de focalizar la atención en calificaciones y méritos, que fomentan la comparación y una competitividad poco sana.
Todas estas recomendaciones y mensajes se pueden sumar a los objetivos que marca la Agenda 2030 en referencia a educación, y lograr así un sistema de enseñanza sostenible, igualitario, equitativo e inclusivo.