El modelo de enseñanza híbrida está en boca de muchos desde hace algún tiempo. Y no es para menos. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Se diferencia en algo del blended learning? ¿Por qué cada vez son más las personas que lo recomiendan? Te lo explicamos.

Blended learning vs. Educación híbrida

Blended learning y enseñanza híbrida son dos conceptos que se usan como sinónimos pero que, sin embargo, no significan exactamente lo mismo.

El blended learning hace referencia a la combinación de clases presenciales con el uso de soluciones digitales, como podría ser un campus virtual, para compartir contenidos y recursos. Es decir, se trata de un modelo de enseñanza presencial que se ayuda de herramientas digitales para ofrecer una experiencia educativa mucho más completa.

Por su parte, el modelo de aprendizaje híbrido va más allá. Se trata de una modalidad mucho más flexible, que busca dar respuesta a las necesidades de todos los actores implicados en el proceso educativo. Dentro de este modelo se engloba el blended learning así como otras formas de enseñanza: formación online, aulas invertidas, clases presenciales, educación a distancia…

Por ejemplo, con el modelo híbrido un estudiante puede elegir si prefiere asistir a una clase de forma presencial o conectarse para seguirla virtualmente. En el caso del blended learning, los estudiantes deben asistir a clase, aunque pueden encontrar material y recursos online, para complementar las lecciones.

En definitiva, el objetivo del modelo híbrido es ofrecer distintas opciones para que cada persona elija la que le funcione mejor de acuerdo con sus circunstancias.

Ventajas de la enseñanza híbrida

Si bien es cierto que fue la pandemia la responsable de popularizar este modelo educativo, cada vez son más las personas que ven en la enseñanza híbrida el futuro de la educación. ¿El motivo? Las ventajas que ofrece:

  • Creación y adaptación de contenidos a medida.
  • Formación continua.
  • Comunicación activa entre compañeros y docentes
  • Acceso al material del curso en línea e información adicional en todo momento.
  • Reducción de gastos en materiales.
  • Elimina fronteras y, por lo tanto, son más los estudiantes que pueden elegir las formaciones.
  • Aumenta la productividad de los alumnos al permitir que elijan su modo de aprendizaje preferido.
  • Ahorra tiempo y energía, ya que los estudiantes no están atados a las clases presenciales.

Si además se usan las herramientas adecuadas, como nuestra plataforma de gestión todo-en-uno, con la enseñanza híbrida se pueden hacer calificaciones de forma más eficiente y se obtienen métricas que permiten a los profesores evaluar mejor el desempeño de los estudiantes e identificar más fácilmente sus debilidades.

Ahora que ya conoces mejor qué implica la enseñanza híbrida, ¿te atreves a apostar por este modelo educativo? Si la respuesta es afirmativa, no dejes de leer este post de blog con tips para que te adaptes fácilmente a esta nueva realidad.

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