Te presentamos los 10 hábitos de estudio que te ayudarán a conseguir el éxito académico

Estudiar para un examen a veces se puede convertir en una tarea frustrante: ¿Por dónde empiezo? ¿Tendré tiempo a repasar todo el temario? ¿Cómo hago para tener mayor nivel de atención? 

En este sentido, no solo vale con que seas un alumno motivado, sino que para conseguir un buen desempeño académico también es crucial que cuentes con unos buenos hábitos de estudio. Por si no lo sabéis, los hábitos de estudio son conductas que se practican con regularidad con el objetivo de mejorar la capacidad para adquirir y consolidar conocimientos.  

Durante los primeros años escolares (primaria y secundaria) estos hábitos se sitúan en un segundo plano debido a que tenemos más apoyo por parte de nuestros docentes y el temario es más sencillo y reducido. Aun así, al llegar a cursos más avanzados, como Bachillerato o la Universidad, los niveles de exigencia y el contenido aumentan, además de pasar a hacer un trabajo más autónomo y libre, sin tanto acompañamiento por parte de los profesores. Es por ello que, llegados a este punto, necesitamos una buena estrategia organizativa y hacer uso de los métodos de estudio. 

A continuación, te proponemos algunos hábitos de estudio para que puedas aprovechar bien tu tiempo de estudio y como resultado, obtengas mejores notas en tus evaluaciones académicas: 

1
Crea tu plan de estudios

Antes de ponerte a estudiar tendrás que hacer tu propio plan de estudio. Divide el temario de las asignaturas y repartelo en el periodo de tiempo correspondido ( días, semanas, meses). De esta forma, te asegurarás de abordar todos los temas y de llegar al día de examen bien preparad@.  ¡Antes empieces con tu planificación, antes podrás ponerte a hincar codos!

2
Cuida tu área de trabajo

Es importante que elijas un lugar de estudio tranquilo y que tenga las condiciones adecuadas para que te puedas concentrar y saques el máximo rendimiento posible (silla cómoda, bien iluminado, silencioso, etc). No te olvides de tenerlo ordenado y despejado: ¡un espacio caótico te causará distracciones!

3
Evita el teléfono móvil

Sabemos que el móvil es tu mejor aliado pero en este caso tendremos que optar por dejarlo de lado. Acuérdate de apagar las notificaciones de tu teléfono o incluso de activar el modo avión antes de entrar en materia. ¡Los whatsapps pueden esperar! 

4
Descansa

Además de dormir una media diaria de 7 u 8 horas para mejorar la concentración, es decisivo tomarte algunas pausas mientras estudias. Cada hora intenta levantarte unos diez minutos: despéjate, bebe agua, come, sal a respirar aire fresco. ¡Verás que después tendrás de nuevo las pilas cargadas!

5
Estudia sin hambre

La nutrición es una necesidad fisiológica que puede hacer que nuestro rendimiento disminuya y nuestra concentración se esfume si no la cumplimos. Por ello, es relevante llenar tu estómago antes de ponerte a estudiar: ¡tu atención estará toda en los apuntes y no en la cena!

6
Subraya las palabras clave

Este truco te ayudará mucho a memorizar conceptos.  Lee comprensivamente, entendiendo cada palabra y subraya las palabras claves. Una vez hayas acabado la página que estás estudiando podrás realizar un resumen esquemático con las palabras subrayadas para poder recordar mejor los detalles.

7
Transforma la materia en un discurso

Introduce en tu rutina de estudio un espacio para poder recitar todo aquello que has aprendido. Repetir ideas en voz alta ayuda a interiorizar la información y a desarrollar tu propia explicación de los conceptos, que más tarde deberás ilustrar en el examen.

8
Date pequeños caprichos de recompensa

Si al final de cada día has estudiado aquello que tenías programado, date un premio. De esta manera, te motivarás más a la hora de repasar el temario y pondrás mucho más esfuerzo en conseguir concentración, además de ser disciplinad@. Por ejemplo: “Cuando acabe de estudiar hoy, me voy a dar un baño relajante”. 

9
Aplícate en clase

Cuando los profesores dicen que estés atento en clase, en realidad, te están haciendo un gran favor: el estudio empieza en el momento que tienes una buena actitud dentro del aula. Si prestas atención, haces los deberes y te empeñas en los trabajos, verás que a la hora de ponerte a hincar codos, muchos de los conceptos, ya los conocerás y será más sencillo retenerlos.

10
Medita

Por último pero no menos importante, la práctica del mindfulness en épocas de exámenes suele ser muy efectiva. Se trata de tomarte unos minutos antes de cada sesión de estudio o incluso durante, con el objetivo de no saturarte y reducir el estrés. La meditación no solo te servirá para tener mejor rendimiento académico sino también para conseguir tu bienestar general.

 

Sé consciente de que, para poner en práctica estos hábitos de estudio, debes también ser muy perseverante: ten siempre claras tus metas y esfuérzate al máximo para alcanzarlas. Verás que los resultados obtenidos serán increíbles. 

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